domingo, 16 de septiembre de 2012

La guerra mercantil entre la oferta formativa en protocolo

Investigadores españoles y portugueses en Oporto


No creo que sea bueno para nadie lanzarse ahora a una guerra, exclusivamente mercantil, sobre las diversas ofertas formativas de protocolo, pero creo que es preciso aclarar algunos falsos supuestos sobre la forma en que se valoran en la Administración pública los curricula de los aspirantes. En mi calidad de funcionario público y doctor en Ciencias de la Información he formado parte del tribunal de más de una plaza de técnico de Protocolo en una institución pública e incluso he sido yo el autor del temario específico. En este tipo de concursos-oposición, se parte de unos baremos pre establecidos y puedo asegurarles que valoraríamos mucho más un master, título propio por la Universidad de Salamanca, la de Santiago, la Complutense o la UNED que un grado de una universidad privada, fundada antes de ayer. Y por la sencilla razón de que quien posee ese master, título propio, ya posee una titulación superior anterior, y por el prestigio de la universidad donde realiza la formación complementaria.

No parece buena idea que se lance un ataque a la competencia desde respetables posiciones mercantiles, reconocida la legitimidad de cada uno de defender sus propios productos o mercas en el mercado. Lamentablemente, las noticias que arriban sobre metodología docente, criterios de evaluación, imposiciones al profesorado y otros detalles en algunas de las ofertas que ahora se encuentran en el mercado, en atención más al interés de los clientes que a la formación de los alumnos, no son halagüeñas ni ejemplares, por no decir la forma en que se pretende fabricar universitarios de urgencia con toda suerte de pasarelas y atajos. Pero no quiero meterme en ese jardín, aunque aquí nos conocemos todos. ¿Está claro?

No voy a aventurar, pre juzgar ni meterme en jardines ajenos. Hablaré de lo que conozco. He participado y participo en masters y cursos de post grado y formación complementaria de entidades tan prestigiosas como la Universidad de Sevilla, la UNED, la Pompeu Fabra y la Autónoma de Barcelona, la de Salamanca, la de Santiago, la de La Coruña, la Universidad Católica de Caracas, la Universidad de Carabobo, en Venezuela, o la de Caxías do Sul, en Brasil. Además, soy profesor de Protocolo y Comunicación institucional en los master oficiales de la Universidad de Vigo de Investigación en Comunicación y Comunicación y lenguaje en los negocios.

 Por referirme exclusivamente a los “títulos propios” debo decir que en cualquiera de los centros citados, tanto los programas, elenco de profesores, selección de alumnos y contenidos docentes se inscriben en la mayor calidad. Desde luego, no quisiera comparar a qué podría dar más valor un empresario a quien se presente un licenciado universitario que opte a un puesto de director de comunicación o protocolo de una empresa con un master por Salamanca frente a un graduado, con titulo oficial, por una universidad privada sin abolengo, por ahora. De todos modos, tampoco prejuzgo, ya que dependerá la solución final del talento y aptitud del aspirante a una plaza con la formación que haya podido alcanzar.

No nos descalifiquemos ni confundamos unos a otros, máxime cuando todos participamos del mismo afán e incluso estamos implicados y navegamos en los mismos barcos. No tiremos piedras contra nuestro propio tejado.
Si buscamos la verdad, vamos a decirla. Pero toda.

De momento, y espero que sea así para siempre, cuando una persona pretenda un puesto laboral en el ámbito del protocolo, la organización de eventos, lo importante no va a ser el sello que lleve su diploma, sino la capacidad y los conocimientos que demuestre. El diploma quedará muy bien en la pared de su casa, pero a efectos prácticos, lo importante es que esté bien formado como profesional, sin que importe mucho cómo haya obtenido esa formación. El caso es que la posea.

2 comentarios:

Ana Lobeto Álvarez dijo...

Totalmente de acuerdo con sus palabras; he cursado los títulos propios en Protocolo de la Universidad de Oviedo, a los que accedí tras una licenciatura superior. Estoy convencida de que mi actividad profesional no sería la misma, sin esos estudios previos, pues además de los diplomas correspondientes, me han aportado un bagaje académico y técnico muy valioso. Sin desmerecer a nadie, por supuesto.

Felicidades por su blog.

Ana Lobeto

Ana Lobeto Álvarez dijo...
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