viernes, 26 de abril de 2013

España necesita una Ley de Protocolo Oficial que sustituya por completo al Real Decreto de Precedencias del Estado

Esta ha sido la más rotunda conclusión de las II Jornadas de Comunicación Institucional e Imagen Pública de la Universidad de Vigo

Además, la Monarquía debe someterse a una severa reforma en sus relaciones con la sociedad española para poder seguir justificando su existencia

 
El actual ordenamiento de Protocolo en España, el Real Decreto de Precedencias del Estado, 2099/83, ha quedado totalmente obsoleto, no cabe su reforma, sino sustitución por una Ley del Protocolo Oficial, de rango superior, que dé respuesta a las necesidades y realidad de la sociedad española de nuestro tiempo. Esta ha sido, en expresión del doctor Juan Raposo, de la Universidad de A Coruña, la principal conclusión de las II Jornadas de Comunicación Institucional e Imagen Pública de la Universidad de Vigo, dentro del XIII Curso Complementario de Comunicación y Protocolo, celebrado en la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación de la Universidad de Vigo, en el Campus de Pontevedra, los días 17 y 18 de abril de 2013. Asistieron 300 alumnos del sistema universitario de Galicia y Portugal, así como profesionales de ambos países. El curso fue seguido en transmisión directa por la Televisión Universitaria de Vigo por otros 200 alumnos en todo el mundo, principalmente en Iberoamérica.
 
El doctor Juan Raposo analizó el actual Real Decreto, subrayando sus contradicciones, errores y carencias, para concluir que está desfasado con la realidad del país, lo que obliga a los jefes de protocolo a improvisar de manera aleatoria para ir resolviendo los problemas que plantea a diario la realidad oficial. En este sentido, se aludió a la situación creada por la crisis de imagen de la Casa Real, lo que ha obligado a ésta a ir parcheando las situaciones que se le van planteando, y en la que parece no tener claro cómo afrontar de maneras coherente y definitiva el desprestigio en que ha colocado a la Corona el comportamiento de alguno de sus miembros. La Monarquía precisa un cambio radical en sus relacione con la sociedad si quiere justificar su permanencia al frente de la Jefatura del Estado.
 
Con respecto a la total renovación de la suprema norma de Protocolo del Estado, cabe señalar que, en el rango jerárquico de las normas, con carácter general, se denomina Reglamento Independiente a aquel que regula una materia que no ha sido tratada por una norma superior, una Ley. La supremacía de Ley se manifiesta en dos aspectos: a) La reserva material, que comprende la serie de materias que la Constitución exige que sean reguladas por una norma con rango de ley. b) La reserva formal, que actúa al margen de previsiones constitucionales concretas y significa que, cuando cualquier materia es regulada por una Ley, ya no puede ser regulada por un Reglamento. 

Todos los expertos coinciden en que una cuestión tan importante como la visibilidad de la Constitución, a través de los cargos públicos, debería estar regulada por Ley, no por Reglamento, como ocurre en Portugal. Y en este sentido, el profesor Rodríguez Ennes enseña: “La prioridad jerárquica, leit motiv del protocolo, se ha erigido en un proceloso campo de disputas. Con mayor o menor énfasis –pero sin excepción- desde los remotos tiempos faraónicos, hasta la era de la moderna cibernética, las civilizaciones se han preocupado de las delicadas materias protocolarias y ceremoniales. En todo tiempo y lugar se fue arbitrando un compendio de normas para armonizar la representación de los distintos estamentos sociales; de ahí que alguien apuntase –con notorio acierto- que la ciencia y el arte del protocolo constituyen una mezcla inseparable entre la tradición del pasado y la complejidad del presente, marcado éste por el mayor sentido práctico y utilitario que preside la vida moderna”.
 
Otras Conclusiones
El protocolo como expresión del poder adquiere, a partir de las Cortes de Cádiz, los elementos definitorios de su carácter diferenciador del rango de las personas y las instituciones. El honor social se manifiesta a través del tratamiento y de la expresión de los atributos de las instituciones del Estado, desde el Rey a las Cortes, cuya filosofía llega a nuestros días.
La organización de eventos es un trabajo de ingeniería pautada, que requiere partir del planteamiento global de los objetivos de la acción propuesta, y la ejecución de una serie de fases pautadas en las que deben ser aprovechados todos los elementos de que se disponga y las sinergias que sean posibles generar.
La profesionalidad del protocolo no depende del grado académico de que se disponga, sino del adecuado contraste de experiencia y formación, reglada o no. A la profesión se puede y debe llagar de muy diversas maneras.

La adecuación de la indumentaria al acto o actividad social que se desarrolle es una constante en la sociedad civilizada a lo largo de la historia. Ese principio es un valor permanente, incluso en nuestro tiempo.
El lujo es necesario en cuanto se corresponde con la creación de belleza y riqueza. A lo largo de la historia, lujo y belleza han creado alguna de las más memorables obras de la Humanidad.
Galicia y Portugal, como puntas de lanzas de la sociedad civil iberoamericana tienen ante sí la posibilidad de desarrollar programas de colaboración en todos los campos, especialmente en el de la Comunicación, donde la iniciativa privada debe mantenerse en vanguardia de estos proyectos.
El Patrimonio Cultura que salvaguarda la UNESCO es un valor permanente y en alza de la Humanidad. Todas las manifestaciones antropológicas de los pueblos forman parte de dicho patrimonio.
La galas de los premios cinematográficos responden básicamente a  un mismo patrón, si bien, su presentación depende del con que estos eventos cuenten en cada caso.
La anarquía que a veces reina en la presidencia de mesas de Estado o similares, refleja el descuido con que, a veces, incluso con intervención de la Casa Real, organizan determinados actos. Ello plantea la necesidad de una severa revisión de los criterios a aplicar por los responsables de protocolo.
Seguridad y previsión de contingencias deben ser dos capítulos propios del esquema organizativo de todos los actos.

La botadura de un barco es una ceremonia que exige conciliar a determinados actores sobre un mismo escenario, donde nada debe ser descuidado, al tiempo que debe adaptarse a los usos tradicionales.
El “Vino de Oporto” es algo más que un producto comercial, a su alrededor crece una cultura sin parangón. La nueva política de comunicación del Instituto de Vinos del Duero y Oporto ha iniciado una nueva etapa de promoción cultural alrededor de este vino.
Los técnicos de protocolo deben conocer la problemática de la producción audiovisual ya la recíproca, en orden a la adecuada combinación de los objetivos de ambas acciones.
No existe formalmente con el mismo carácter reglado otro protocolo deportivo que el protocolo olímpico, pese a la mayor sensibilidad hacia este aspecto de algunas disciplinas académicas.
No existe gran diferencia, en cuanto a sus objetivos, en cuanto al ejercicio de un Dircom en el ámbito privado o institucional.
El Consello Social debe figurar representado de manera visible en los actos universitarios, mediante la adecuada ubicación de su presidente. Por otro lado, el DUVI es una positiva experiencia para la divulgación de los actos universitarios.

La marca España es un referente de valor que engloba no solamente al país, como nación, sino a todo producto de calidad, fabricado en España.