Es pues en este
terreno, considerando que el Protocolo se instala dentro de los objetivos de
comunicación de las entidades, las empresas y las instituciones, donde, a
nuestro entender, se abre un campo inmenso de posibilidades para convertirlo en
una disciplina plenamente científica, con elementos propios, que permita
formular una teoría diferenciada y que lo eleve del rango de técnica auxiliar
al servicio de la imagen de las instituciones.
Con
todos estos antecedentes, será posible construir una verdadera Ciencia del
Protocolo en la medida que se sigan los parámetros fundamentales para construir
un genuino saber científico. Partir de hechos ciertos, investigarlos y obtener
conclusiones. Analizar y desmenuzar esos hechos, estableciendo relaciones entre
ellos, tratar de descomponerlos, de entender sus componentes; intenta descubrir
los elementos que componen cada totalidad, y las interconexiones que explican
su integración. Los resultados han de ser expuestos con claridad y deberán ser
verificados. Para ello se deberá partir de un trabajo metódico y planificado. Ha
de construirse una ciencia sistemática, no un manojo de informaciones
inconexas. Ha de ser capaz de ubicar los hechos singulares en pautas generales,
y los enunciados particulares en esquemas amplios. Comunicación Corporativa e Institucional. Protocolo y Excelencia. Relaciones Públicas y Periodismo Especializado. Derecho para la Comunicación. Ecosistema Informativo
lunes, 1 de julio de 2013
La construcción de la Ciencia del Protocolo (con seriedadLa construcción de la Ciencia del Protocolo (con seriedad
La
construcción de una Ciencia del Protocolo debe partir de la delimitación de su
ámbito de estudio sin pretender abarcar o extenderse de otros ámbitos de los
que ya se ocupan otras familias de conocimiento dentro de las Ciencias de la
Comunicación. En este sentido, es preciso reorientar las propias definiciones
de la carrera matriz y recomponer las salidas profesionales hacia las que se
orienta la utilidad práctica de su conocimiento. El enfoque científico para la
crear una Ciencia del Protocolo es un proceso sistemático, disciplinado y
controlado. Se basa en observaciones empíricas, arraigadas en la realidad
objetiva.
La
Ciencia del Protocolo no puede construirse aisladamente de la Historia, la
Sociología o la Política como apoyos fundamentales. Es por tanto, una Ciencia
de síntesis al servicio de la excelencia en la presentación de los actos
humanos en el espacio de lo institucional, la empresa, las corporaciones y las
entidades públicas.
La definición moderna
de Ciencia la considera “todo
conocimiento de la realidad en sus causas, y dotado de un instrumento
específico, el método, que le permite alcanzar sus fines”. El Protocolo es
una ciencia de resultados, que se expresa, de manera muy diversa, según las
distintas culturas, pero que coinciden en el concepto de la “intuición de lo correcto”; es decir,
del comportamiento humano adecuado y tempestivo en determinados actos y
acontecimientos de la vida social, especialmente de aquellos que tienen un
carácter simbólico, ritual o conmemorativo.
¿Estamos pues ante
una materia que nos ofrezca elementos suficientes para la investigación
científica? Giddens sostiene que muchos aspectos de la vida social que,
aparentemente, sólo interesan a un individuo, son en realidad, cuestiones
generales. La Sociología, o mejor el estudio sociológico de una materia, nos
permite ver el mundo, a través del propio asunto, desde diversos puntos de
vista.
Una verdadera Ciencia
intenta explicar los hechos en términos de leyes, y las leyes en términos de
principios. Procura responder al porqué ocurren los hechos, cómo ocurren y por
qué no ocurren de otra manera. Es predictiva porque trasciende la masa de los
hechos de la experiencia, imaginando cómo puede haber sido el pasado y cómo
podrá ser el futuro. La Ciencia es
valiosa como herramienta remodelar la sociedad. A ella debe servir siempre, sea
la ciencia que sea.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario