En Galicia, debería aprovecharse para el bautismo de la nave
vino del país, por ejemplo un excelente albariño. Griegos y romanos tenían la
misma costumbre. Algunos autores sostienen que al inicio, la costumbre de
bendecir un barco empleaba vino tinto en la cubierta de un barco recién botado
y en la superficie del mar, como libación para los dioses del mar y para
pedirles disculpas por la grosera irrupción en sus dominios. Los romanos
empleaban a menudo agua como símbolo de pureza, pero los griegos preferían el
vino.
Lo del cava o el champagne parece asociado al concepto del
lujo y la solemnidad. Ya que algunos consideran que este vino fermentado es más
caro, más solemne que el vino común, cosa de la que discrepo, especialmente en
casos como Galicia.Los griegos eran especialmente teatrales en esto de las botaduras: Cada barco se ponía bajo la advocación de algún dios y en la ceremonia intervenía con gran aparatosidad un sacerdote. Este rito solía celebrarse en la proa.
A lo largo de la historia, los usos de las botaduras
dependían de la cultura de los pueblos. Los vikingos, especialmente crueles,
amarraban a sus prisioneros a las gradas de deslizamiento de sus naves, de modo
que al pasar la quilla sobre los desgraciados, su sangre “bautizaba” el casco.
Un barco nacido de este modo era una ofrenda a los dioses que lo habrían de
proteger en todas sus correrías. No existe constancia de otros usos bárbaros,
como sostienen algunos autores que los romanos aplastaban a un recién nacido
contra el casco. No lo creo, si bien parece que en el Mediterráneo alguna vez
se imitó a los vikingos en el caso de algunas galeras.
Dado que los marinos son, a veces, supersticiosos hay que
conocer bien los usos locales. Lo ideal es que la botella rompa contra el
tajamar del marco. En Italia dicen que trae mala suerte que la botella no rompa
por el costado de estribor si no se quiebra directamente contra el tajamar.
Pero esto no siempre es posible según el tipo de barco.
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